Ni café, ni coca cola, ni red bull. Lo mejor para mantenerse despierto es un amor no correspondido.
Mali

MAGIA



Lo recuerdo como si fuera ayer, aunque ya pasaron tres años desde la primera vez que la vi. Todo comenzó con la decisión de mis padres, estudiar en Lima. Mi vida iba a ser nueva y sí, si quería eso, nuevos amigos, nuevos roces o mejor el quedarme sola en esta ciudad y concentrarme en mi persona, solamente en mí. Sin embargo, ella lo malogró todo, ella hizo que mi primer año en la universidad cambiará de rumbo en todo momento.
Lunes 7 am, llegué a la universidad con nervios puesto que no conocía a alguien de mi salón. Al ingresar, solo atiné sentarme en el último asiento pegada a la pared para así quedarme dormida y no sentir el momento tan incómodo, cerré los ojos unos minutos y al escuchar la voz de la profesora los abrí, pero mi vista no fue donde ella, si no donde una hermosa joven, su cabello largo y marrón, delgada y tamaño promedio, ella voltio y solo chocamos miradas, lo único que hice fue voltear la cara, y buscar un cuaderno para así disimular. Las horas pasaban y no dejaba de verla, me sonreía y yo como tonta le respondía la sonrisa, no era la primera vez que me fijaba en una mujer, sin embargo el hecho de ser a primera vista y ser correspondida, ahí está la cosa, la magia, como esa vez lo llame.
Ese mismo día conversamos, hablamos de cafés y tés, nos burlábamos de todo y conversábamos de cualquier cosa, era más que obvio que la química existía, después de dos días de hablar tan amenamente, estuvimos, hubo  besos en el baño de la universidad y algunas cosas más, fue tan rápido todo lo que había pasado ( ni siquiera a la semana llegábamos),  no nos dejábamos ningún minuto, salíamos, conversábamos y una de las cosas que más recuerdo es el olor del cigarro que ella siempre prendía a las 6 de la tarde, con su encendedor color rosado y una flor negra. Así fue hasta la semana 3, donde fue la primera pelea, ella por venganza beso a un compañero mío y yo hice lo mismo.  Desde ese momento, nuestros encuentros se hacían de  insultos, y decirnos cosas que para mí no eran ciertas (no te quiero, aléjate de mí), y no estoy segura si para ella lo era, pero nuevamente volvimos, y todo era color de rosa, nos veíamos todos los días, íbamos a su casa a “conversar”, su mamá me tomo cariño rápidamente, nuestra relación fue “amical” para todo su familia, y mi familia, simplemente no la conocía. 
Después de un tiempo, las peleas se hicieron más seguidas, los celos de ambas partes, los insultos igual e incluso una vez llegamos a golpearnos dentro del baño de la universidad donde unas semanas antes nos dimos nuestro primer beso.  La depresión empezó a aparecer en mi vida, pensar que me dirían mis padres, caí enferma no me alimentaba y fumaba todos los días, y ella hacía lo mismo, ya era tormentoso la relación y solo teníamos dos meses juntas. Mi mejor amiga en ese entonces, me aconsejo que terminará con todo eso, que ambas no nos hacíamos bien y así fue, terminé con ella y anduve con un chico, todo para olvidarla y sentirme bien por mis padres, aquella decisión fue una de las difíciles para mí.
Finalmente, este año la volví a ver, hablamos y no dejaba de ver esos ojos que me enamoraron alguna vez y que ahora solo siento cariño, cariño puesto que ella fue la primera persona que me enamoró. 
Mariposa Bicolor

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