Ni café, ni coca cola, ni red bull. Lo mejor para mantenerse despierto es un amor no correspondido.
Mali

¿Mary?...No esta.

Andaba con soroche en Muruhuay e insomne por la lluvia en La merced.... realizando talleres.

Asi que este lunes Paty, Lia y yo, teníamos que manejar a un grupo de 25 lesbianas en promedio, de todas las edades y para todos los gustos. Muchas mayores que nosotras y otras muy jóvenes. Cerca de las 8 comenzamos el taller, hable yo...Bienvenidas lesbianas, bisexuales y ¿gay? (había un chico que acompañaba a su amiga), hoy Mary no podrá hacer el taller porque está de viaje así que lo vamos a hacer nosotras. Vamos a presentarnos. Nosotras somos integrantes de la Unidad de lesbianas y bisexuales del mhol. Ella es Paty, es enfermera, así que si alguien quiere hacerse un papanicolao le pasan la voz; ella es Lia, es estudiante de comunicación y es vegetariana, así que si alguien quiere hablar de vegetales, ahí esta ella; y yo soy Vero, estudio lingüística y si alguna quiere hacer uso de la lengua yo no tengo ningún problema.

El tema es lesbofobia interiorizada, nuestra relación con la palabra lesbiana es conflictiva y genera sufrimiento por lo que nos han hecho creer de ella, y si una sola palabra genera todo eso cómo será todo lo demás.

Luego de presentarnos, formamos grupos de 5 y repartimos papelógrafos para que escriban las causas que no nos permiten decir que somos lesbianas o bisexuales libremente y luego, qué nos hacían sentir estas causas. La estrategia aquí era exteriorizar nuestras emociones más profundas y sacar a la luz los conceptos preconcebidos que vienen con las palabras que escribimos, por ejemplo, muchas pusieron como causa el miedo y la vergüenza, y nos hicimos la pregunta: por qué miedo y por qué vergüenza, porque en el fondo seguimos pensando que lo que somos es malo, es equívoco, es abyecto, seguimos sintiéndonos extraterrestres en un mundo que no nos acepta totalmente, nos desvalorizamos porque no cumplimos con nuestro rol en la sociedad, pero cuál es ese rol, ser productoras de hijos, mantener el sistema tal como está, ser subalternas al hombre y marginales dentro de marginales (porque la mujer heterosexual también es subalternizada) y esta doble subalternización no consigue hacernos menos, sino que, peor aún, nos invisibiliza, nos hace nada, el objetivo último es desaparecernos, aniquilarnos, reformarnos, normalizarnos, curarnos. Entender que el mal no está en nosotros sino en los demás es un proceso largo y doloroso, pero que si logramos pasarlo conseguirá liberarnos de pesadas cadenas, y así por fin seremos fuertes, libres y felices.

La discusión dio para rato, todas querían opinar, a veces no nos hacían ni caso y tratábamos de mantener el orden, por suerte lo pudimos controlar lo mejor que pudimos. Y nos divertimos bastante.


Exploradora lunar

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto el articulo! sigan asi!!

UNIDAD DE LESBIANAS Y BISEXUALES DEL MHOL dijo...

Gracias.
Lo que a mi mas me gusto, es que en realidad nadie pregunto por mi :P Eso indica que las participantes van por los talleres, por lo que les brinda el MHOL, pues las personas vienen y van y la institucion sigue, ya van a ser 27 años del MHOL :D

leona dijo...

me gusto saber que hay personas que son dedicadas y solidarias en este tipo de tema ya que es muy dificil en general vivir una vida normal al ser lesbiana pero es llevadero sabiendo que no eres la unica y lo mejor que tienes apoyo y ayuda ,,mil gracias y sigan asi